“Llora como una mujer lo que no supiste defender como un hombre”. Esas palabras de una madre se clavan en el corazón como un puñal, tal y como lo hicieron en el de nuestro protagonista; el último sultán de la Granada nazarí; el rey Boabdil.
El rey Boabdil nació en plena Alhambra en 1464, siendo hijo de Muley Hacén (el gran sultán de Granada que acabó dando nombre al pico más alto de Sierra Nevada) y la sultana Aixa. Su padre acabó abandonándolos, a él y a su hermano para contraer nuevo matrimonio con la muladí Zorayda. Esto hizo que tomase partido por su madre y que se enfrentará en una lucha armada constante contra su padre.
Así fue como en 1482 se sublevó contra él en Guadix y lo destronó con la inestimable ayuda de la familia de los Abencerrajes y de su propia madre. Así fue como su padre se vio obligado a retirarse a Málaga, antes de enfrentarse a golpe de espada al rey Boabdil en Almuñécar. A su vez, el hermano de Boabdil, Yusuf, se hizo con el control de Almería.
La batalla de Lucena
Pero un año más tarde, el rey Boabdil fue capturado por el conde de Cabra durante la batalla de Lucena y apresado en el castillo de Lucena. A pesar de ser más numerosas, sus tropas cayeron en combate, destacando entre los caídos su suegro, Aliatar. Posteriormente le fue entregado a los Reyes Católicos en Porcuna, quienes lo encerraron en la torre del castillo que a día de hoy de conoce como Torre de Boabdil.
Esa situación fue aprovechada por Muley Hacén para, con la ayuda de su hermano Muhammad ibn Sa’d-al Zagal (señor de Málaga), recuperar Granada. Mientras tanto, Aixa no se rindió y mandó a una delegación a Córdoba para que hablase con el rey Fernando el Católico para que liberase a su hijo a cambio del territorio de Granada que controlaba al Zagal. El monarca accedió a cambio de que el rey Boabdil lo apoyarse en la lucha contra su padre, se sometió a vasallaje y pagase doce mil doblas de oro. Así fue como se firmó el Pacto de Córdoba en 1483.
La Guerra Civil (1483-1487)
El rey Boabdil se reencontró con su hermano en Almería, pero el avance de las tropas de Muley Hacén y el asesinato de Yusuf llevaron a éste a pedir protección nuevamente al rey Fernando. Aunque el padre de Boabdil falleció en 1485, el poder y la ira de su hermano al-Zagal eran mayores, pues fue proclamado emir de Granada.
Pero en 1485, el rey Boabdil fue reconocido por Vélez y Huéscar. La guerra estaba siendo excesivamente larga y dolorosa. La presión de la jurisprudencia islámica representada por los alfaquíes acabó con la guerra y Boabdil renunció al trono en favor de su tío y se refugió en Loja.
No obstante, los Reyes Católicos acabaron conquistando esta localidad el 30 de mayo de 1486. Tras apresarlo lo liberaron a cambio de que disputase una nueva guerra civil nazarí en solo ocho meses. Si la ganaba recuperaría los territorios de Baza, Guadix, Vera, los Vélez y Mojácar. Y así fue como entró en el barrio granadino del Albaicín el 15 de octubre de 1486.
Segundo reinado del rey boabdil
La invasión de las tropas de los Reyes Católicos de la ciudad de Vélez-Málaga hizo que al-Zagal escapase hacia allí y que el rey Boabdil pudiese recuperar Granada y proclamarse nuevamente como emir de Granada el 29 de abril de 1487. Pero días más tarde, a principios de mayo, firmó un acuerdo con los Reyes Católicos para cederles la ciudad a cambio de un principado en la zona oriental. Así fue como durante la Toma de Málaga recomendó a los ciudadanos musulmanes que se rindieran.
El 4 de diciembre de 1489 cayó la ciudad de Baza y al-Zagal se rindió. En ese momento los Reyes Católicos rompieron el pacto con el rey Boabdil y se centraron en la conquista de Granada. En 1487 tomaron Málaga y Marbella, en 1489 Almería y Guadix y en 1490 Baza.
A pesar de su resistencia, el 25 de noviembre de 1491 tuvo que firmar la Capitulación de Santa Fe en la que se le permitía a los andalusíes permanecer en Granada con su cultura y en la que el rey Boabdil acabaría controlando unos terrenos de la zona de la Alpujarra.
Últimos años del rey Boabdil
El 2 de enero de 1492 le fue entregada la ciudad a los Reyes Católicos. El rey Boabdil le entregó las llaves de la Alhambra a un hombre de confianza de la reina Isabel en el salón del Trono de la Torre de Comares. A cambio, los Reyes Católicos le hicieron entrega de su hijo Áhmed y Boabdil se marchó junto a su familia a un terreno en la Alpujarra, en concreto, la actual Fuente Victoria. Ese fue el momento en el que giró la cabeza para ver por última vez su ciudad y al empezar a llorar su madre le dijo: “Llora como una mujer lo que no supiste defender como un hombre”.
En homenaje a ese momento entre el rey Boabdil y su madre, el monte que se ubica en el tramo que cruzan las carreteras que van de Granada a la costa (A-44 y N-323) recibe el nombre de Suspiro del Moro.
Tras el fallecimiento de su esposa Morayma en 1493, vende sus propiedades a los Reyes Católicos y pide asilo al Reino de Fez, donde se alojaría junto a su madre y toda su familia. Allí levantaría algunos palacios de estilo andalusí. El rey Boabdil acabaría falleciendo en la batalla contra los jarifíes disputada en el Vado de Bacuna en 1527. Fue enterrado en un oratorio frente a la Puerta del Umbral.