La espada vikinga fue el modelo más popular en Europa durante la Alta Edad Media. Su época de mayor esplendor transcurrió entre los siglos VIII y XI. Su otra denominación, también extendida, era la de espada carolingia, ya que fue el tipo de arma más usado por las tropas del Imperio franco.
Pese a no tratarse del arma principal de estos guerreros - la lanza era preferida por su mayor alcance-, era la predilecta para la defensa del honor. Se trata de espadas muy costosas de fabricar, por lo que a sus portadores se les asociaba con un alto estatus. Estos modelos eran, generalmente, de doble filo pero encontramos modelos de un solo filo a principios de la Era Vikinga.
Las espadas vikingas estaban diseñadas para empuñarse con una sola mano. De esta manera, y al igual que las espadas medievales, podían combinarse con el porte de un escudo. La empuñadura constaba de tres -o cuatro- partes: guarda, mango y parte trasera (formada por una o dos piezas, incluyendo el pomo) y estaban hechas de hierro, aunque también había algunas de bronce.
Solían medir entre 90 y 95 cm, con una hoja de 70-90 cm y una empuñadura de 12-18 cm. La hoja se iba estrechando y perdiendo grosor según nos acercamos a la punta para aligerar el peso del arma manteniendo la solidez necesaria. Así, el grosor era de unos 6mm en el nacimiento de esta, llegando a estrecharse hasta solo 2 mm cerca del final.
El centro de gravedad se fue acercando a la empuñadura según se fue estrechando su hoja - y bajando su peso, con la técnica del vaceo- con el paso de tiempo. Esta característica hacía que la energía empleada en los golpes fuera mayor, pero tras el ataque, se hiciera más difícil la recuperación del arma a la postura original y que fueran más eficientes como arma de corte y no de estoque.
En cuanto al método de fabricación, se usaban de dos a cuatro barras de hierro retorcidas. Estas se colocaban en paralelo y se forjaban para laminarlas todas juntas. Las formas creadas en la superficie del metal como resultado de este proceso se aprovechaban como elementos decorativos, creando patrones a lo largo de la hoja.